Si has decidido poner fin a un problema que te aqueja y provoca ansiedad, lo primero que debe existir es la voluntad de querer resolverlo, ya que con ello, podemos contactar a la otra persona, o personas involucradas, y verificar si es posible establecer un diálogo que ponga fin al conflicto, de ser así:
Se establece un acuerdo de voluntad para dar inicio al proceso de mediación.
Se lleva cabo una, o las sesiones requeridas, donde los involucrados tendrán la misma oportunidad de expresar su sentir.
Se guía la sesión para que las partes involucradas generen sus propias soluciones, en un entorno de respeto mutuo y en el que ambos estén en total acuerdo.
Con la solución elegida por la partes, se establece un acuerdo que puede ser elevado a la categoría de Cosa Juzgada, ya que se equipara a una sentencia emitida por un juez, que no se puede impugnar por las partes; es decir, que se tiene que cumplir en los términos que se establecen en el documento.